Los quesos blandos se caracterizan por tener una textura suave y cremosa, que se obtiene gracias a un proceso de elaboración en el que se utiliza cuajo suave y se deja madurar el queso durante un corto periodo de tiempo.
Tienen una textura suave y húmeda, con un sabor suave.
Son quesos muy cremosos, ideales para untar en una rebanada de pan.